


Cada mañana recibo con un afectuoso saludo a los bebés que van llegando y les transmito lo importante que es para mí su presencia. Si es necesario los papás pueden permanecer con sus pequeños hasta que asimilen el paso de un ambiente a otro.
Los niños se mueven libremente en el espacio ya que está totalmente adaptado. Si alguno de los bebés viene muy temprano y necesita dormir un poquito o desayunar, se lo facilito. Cuando ya estamos todos, cantamos al sol, saludamos a nuestra mascota Diego y nos deseamos un feliz día unos a otros. Después mientras preparo las mochilas con todo lo necesario para salir y almorzar al aire libre, los bebés se dedican a la tarea más importante y seria de un bebé: jugar! Recogemos todo y nos disponemos a salir. Si el tiempo lo requiere nos pondremos nuestras botas de agua, ropa de abrigo y chubasquero.
Llega la hora de pasear por nuestro entorno natural, calmado e inspirador de sensaciones positivas. Dedicamos tiempo suficiente a observar cada detalle: las flores que han salido en cada estación del año, de qué color son, el tamaño, comparamos unas con otras… nos sorprendemos con los insectos y animales que encontramos o nos paramos a jugar con cada montoncito de arena que se forma en el camino. Todas las mañanas saludamos y damos los buenos días a los hortelanos vecinos y éstos nos saludan de manera afectuosa, incluso nos ofrecen sus frutas y hortalizas recién recolectadas para probar y experimentar. También nos dan la posibilidad de pasar a sus huertos y corrales de gallinas, conejos o vacas. Esto si que es un tesoro!!!
Otros días nos dirigimos al parque de nuestro barrio o incluso algún día vamos al maravilloso parque del Cerro Negro donde el olor a pino y naturaleza es tan intenso que se queda grabado en nuestra memoria, y el silencio y la calma tan inspiradora que podemos sacar nuestra parte más creativa. En estos entornos almorzamos y nos sabe todo muy rico.
Llega el momento de asearnos y cambiarnos el pañal y prepararnos para comer la comidita que los papás nos han traído. Mientras se hace todo esto nos gusta escuchar música inspiradora que nos anima a participar y colaborar en las tareas de aseo, tirar el pañal a la basura y poner la mesa. Unos participan y otros aprenden observando. Comemos en un ambiente tranquilo y disfrutamos de los alimentos saludables que tenemos para comer. De nuevo nos aseamos, nos lavamos los dientes y llega el momento de descansar. Poco a poco van llegando los papás a recoger a sus hijos y éstos se despiden llenos de ilusión contando a sus papás todas las aventuras que han pasado con su Mamá de Día de Mi Mamá Naturaleza.